El resto de la historia es conocida. Black escapa, Dumbledore lo cubre, y Pettigrew regresa con el Señor de las Tinieblas. Y el hijo de Lily descubre que está más cerca de su padre de lo que nunca lo estuvo.
Pero es Pettigrew quien rebalsó el caldero esta vez…
1º de Septiembre de 1994
-Espero no molestarte…
-Claro que no, sólo estaba probando… no importa.
Era raro ver a Dumbledore en las mazmorras, para todos, excepto para mi. La madrugada era su horario favorito para visitarme. Se sentó en la silla del otro lado del otro lado de mi escritorio e hizo aparecer una tetera humeante y dos tazas con u varita.
-Disculpa mi atrevimiento, pero realmente lo necesito –me dijo.
-No tiene que darme explicaciones…
Claro que no. Desde la huída de Pettigrew, las cosas se habían complicado muchísimo. Y la noche anterior fue la prueba que Dumbledore necesitaba para ponerse en acción. La Marca Tenebrosa vacilaba en la tapa de “El Profeta” que estaba sobre mi escritorio, lo había estado leyendo por la mañana… Era un hecho… extraño.
-Yo creo que si. –me respondió el anciano, mientras servía té para ambos. –Lo que sucedió anoche en el Campeonato Mundial de Quidditch no fue casual. Y sabes a qué me estoy refiriendo… o mejor, a quién.
-Pettigrew. –respondí con desprecio.
Dumbledore asintió con los ojos cerrados y bebió un sorbo de té. ¿Era mi imaginación, o estaba algo nervioso?
-Lamento mi visita a tu despacho, pero… me es necesario charlar contigo.
-Charlemos, entonces. –le contesté con frialdad.
-Severus, hasta ahora no has faltado a tu palabra ni un solo día. Me has demostrado la mayor lealtad que un hombre puede tener hacia su jefe, o aún más, de un amigo a otro. Pero me temo que yo te he fallado.
Sorprendido, levanté mis cejas y esperé a que continúe.
-Quiero que me digas, y que me perdones por abrir esa vieja herida, todo lo que sabes de Pettigrew.
Todavía con las cejas levantadas, abrí mis labios para contestarle, pero volví a cerrarlos en un instante. No sabía mucho de él, la verdad…
-Estudió conmigo, es un animago, y fue el mejor amigo de Black, Lupin y Potter. Inseparables.
El silencio se apoderó de mi despacho.
-¿Más? –le pregunté.
-Si fueras tan amable…
Crucé mis brazos inconcientemente y seguí…
-Era el menos… “talentoso” de los cuatro, el menos popular. Siempre me pregunté por qué él estaba entre ellos. Supongo que Potter y Black veían en él una buena persona, que necesitaba mucha protección. Esas relaciones se dan en todos los ámbitos… Cuando Potter murió y Black fue apresado, se lo creyó muerto…Y el año pasado descubrimos que no. –fruncí mis labios. –Y eso es todo lo que sé.
Dumbledore me atravesó con sus ojos, pidiéndome que le cuente eso que no le estaba contando. Le sostuve la mirada, y dije:
-Era un mortífago. O eso creo, como ya le había dicho… no nos conocíamos entre nosotros, siempre usábamos máscaras y… yo nunca supe si él tenía la Marca en el brazo. Recuerdo haberlo llevado a mis 17 años a la Mansión Malfoy, luego entró con un grupo de su edad a una habitación donde estaba el Señor de las Tinieblas y no volví a verlo. Supuse que Black lo había matado por ser Mortífago pero… con lo sucedido el año pasado, mi esquema de la vida de Pettigrew se revolucionó. Y como realmente la vida de ese hombre no me influye…
-Es ahí cuando te equivocas. Hay algo más de Pettigrew que no sabes.
Tomó más te y luego hizo desaparecer la tetera, su taza y la mía, que estaba llena del té que no había bebido.
-Aún así, tienes una versión de su vida más acertada que las de la mayoría de la gente.
-No cambie de tema –le dije firmemente. -¿Qué mas hay?
-No sé si estas preparado…
-No estaba preparado para ver morir a mi padre, o para enterarme que Regulus Black murió porque yo no lo escuché, o que sin ir más lejos, Lily encuentre la muerte por mi culpa. –le respondí con odio. –Asi que no se atreva a decirme que no estoy preparado para algo. ¿Qué tan terrible puede ser lo que tiene que contarme como para que me afecte más de lo que me afectó todo lo que le dije?
-Nunca me subestimes. –me respondió con tristeza Dumbledore, y me dio la noticia más terrible.
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