Resumen

"El cuento del Príncipe" es un fanfic con el objetivo de explorar el pasado de Snape y poder comprenderlo mejor.
El fic está dividido en cuatro partes.
La PRIMERA PARTE transcurre en el castillo, y habla sobre la relación con Lily, la entrada a los Mortífagos y su adicción a las Artes Oscuras. También aparece un personaje inventado pero no por eso mal ubicado, que intenta resaltar el lado adolescente de Severus. A su vez, se señala la relación con la familia Malfoy.
La SEGUNDA PARTE transcurre en la Mansión Malfoy principalmente, y en otros lugares pero en menor grado. Se explica la relación con Voldemort, Bellatrix, y el porqué un mestizo es aceptado por el Señor de Las Tinieblas.
Hay momentos de crísis y desesperación, donde Severus se replantea sus acciones. Se menciona la relación con sus padres.
La TERCERA PARTE transcurre nuevamente en el castillo, en séptimo año. Aquí aparecen constantemente los merodeadores, Lily y Regulus Black, que también intenta remarcar la parte humana de Severus. Esta parte está llena de problemáticas tanto adolescentes como sociales, y Severus toma decisiones que marcarán su vida.
La CUARTA PARTE es la etapa final. Se estabilizan todas las historias para poder encajar en la historia original, quedando lo más fiel posible a las raíces de los personajes escritos por J K Rowling.


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"El maestro de Pociones" es la segunda parte de "El cuento del príncipe". Constará de una sola parte, comprendiendo la etapa de Severus como profesor, Mortífago, miembro de la Orden del Fénix, y eterno amante de Lily Evans. Las historias y personajes de su adolescencia aparecen nuevamente, aunque no todos tienen buenas intenciones para con él. ¿Por qué el príncipe se convierte en profesor de Hogwarts? ¿Protegió a Harry por amor a Lily, o por el remordimiento de haber causado su muerte? ¿De qué lado estaba Snape? Son algunas preguntas que se intetarán responder...
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"El hombre más valiente" es la tercera y última parte de "El cuento del príncipe". Esta estapa final abarca algunos capítulos de los libros 3, 4, 5, 6 y 7, por lo que es quizás la más compleja de escribir. La idea es resaltar los momentos en que Snape aparece en la historia original y relatar aquellos momentos que Rowling ocultó, asi hasta llegar al fin de la vida de Severus. Esta parte tendrá muchos saltos en el tiempo y no será totalmente consecutiva como lo fueron las anteriores, demostrando cómo todo encaja finalmente y dando significado lo que Harry dijo alguna vez de él: "Es el hombre más valiente que conocí."

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Y es acá donde todo termina. Donde descubro realmente si una vida llena de sacrificios y pérdidas sirvieron de algo. Si pude realmente cumplir aunque sea sólo una promesa, a pesar de las tantas que había roto. No soy de esos que creen en la vida después de la muerte, me parece absurdo. Pero al menos, antes de partir, voy a intentar limpiar mi nombre tanto como pueda, y salvar a tanta gente que arruiné. Es este, sin duda alguna, el fin
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domingo, 28 de febrero de 2010

Capitulo 18





Marzo, 1978


Ministra de Magia derrocada.
Fuerzas opositoras toman el poder.
Son fuertes los rumores que hablan de un mago tenebroso. «"Quien no debe ser nombrado" ha planeado esto desde hace meses. El Ministerio no ha querido admitirlo, dicen que tienen la situación bajo control pero son menos eficientes que intentar aturdir a un dragón>> Declaró Bartemius Crouch, quien ha asumido ayer por la noche el cargo de Jefe de la Oficina de Aurors. Está de más mencionar que el eñor Crocuh ha permitido el uso de los maleficios imperdonables...(sigue en página siete, columna diez.)

Mago tenebroso se alza en Gran Bretaña
¿Es este mago el precursos de Grindelwald, aquel monstruoso hechicero que estuvo a punto de tomar las Islas Británicas por 1945? ¿Tendremos otro Albus Dumbledore que le haga frente esta vez? Podría decirse que el Innombrable (como es conocido) ha surgido de... (sigue en página 3, columna doce)

"Hogwarts seguirá funcionando con normalidad"
Esa fue la declaración de Minerva McGonagall, subdirectora del Colegio de Magia y Hechiceria de Inglaterra. También aseguró que el profesor Dumbledore (orden de Merlín, primera clase) y todo el personal escolar están contribuyendo a la seuridad de los alumnos del castillo es estos tiempos tan difíciles... (sigue en página ocho, columna 2)

"Mi familia y yo apoyamos la causa completamente"
Duras las declaraciones del señor Lucius Malfoy, al responder a un periodista de El Profeta ayer por la noche. El señor Malfoy nos contó que el Innombrable "no es como todos lo ven", si no que es un mago que intenta llevar a cabo su objetivo de mejorar la sociedad mágica, tan deteriorada a su criterio. (sigue en página cinco, culmuna cuatro)

Asi fue Marzo, y el resto de los meses no tuvieron nada que envidiarle. Todos, absolutamente todos los slytherin de séptimo habían sido interrogados por orden de Crouch. Algunos habían hablado, otros habían podido salvarse. Yo fui uno de ellos. No contaban con que supiera oclumancia, o con que pueda cambiar la fórmula del Veritaserum con un movimiento de varita. Por lo que dejaron que continúe estudiando en Hogwarts.
Abril, mayo y junio. Adiós séptimo. Adiós Hogwarts. Aprobé todos los EXTASIS, pero ¿de qué servían? Yo ya tenía una carrera programada, para la que no necesitabas aprobar éxamenes, sino tener la Marca Tenebrosa grabada en el antebrazo izquierdo.
Al otro día de la fiesta de Slughorn, muy pocas personas se enteraron completamente de lo que pasó. Lily y James volvieron a estar juntos a fines de Junio. No volví a dirigirle la palabra en mis meses de colegio, ni a ella ni a Lessie. Ni a mucha gente, la verdad. Me centré en aprobar las materias, en segur en contácto con los Mortifagos, y en no acobardarme con las decisiones que había tomado. Porque eso hacían los buenos líderes, ¿o no? Y yo era un príncipe. Un príncipe que había recuperado su corona a un altísimo precio. Había perdido tanto por salvarme a mi mismo, había hecho tanto daño a tanta gente, pero no me interesaba.
Y así el príncipe siguió su camino. Ya no era un niño de colegio, ahora era un hombre. Para bien o para mal, lo era. Si hubiera sabido lo que me esperaba, si hubiera sabido la cantidad de gente a la que debía de hacerle daño, de torturar, de matar...
Como dije antes, no me arrepentí, y continué moviendo las piezas de ese ajedrez tan real y peligroso.  

Capitulo 17

Luego de perfumarme tanto que casi me ahogaba, tomé la diminuta botellita con Amortentia y la guardé en mi diminuto bolso, que hacía juego con lo que tenía puesto. Salí de la Sala Común, conciente de que llegaba tarde, pero así lo había planeado. Una vez en el séptimo piso, contemplé mi reflejo en una de las armaduras que adornaban el pasillo. Me acomodé el pelo y seguí mi camino. 
La fiesta había comenzado hace rato. Di unos cuantos pasos, asegurándome de que la mayor cantidad de gente me viera, de que supieran que yo estaba allí. Muy pocos creerían lo que iba a pasar. Busqué a Lily frenéticamente, y la encontré con Slughorn hablando. No parecía muy feliz, la verdad que no esperaba que ella fuera a la fiesta. Supuse que el orgullo la impulsó a ir, la cuestión de decidir si quedarse en su cama llorando por James o venir a una fiesta y demostrarle al mundo entero que era una mujer fuerte, y que romper con James no la había afectado en nada. Pero como dije, fue una suposición la que hice, ya que no la concocía demasiado. 
Tomé un vaso de hidromiel que me ofreció un elfo doméstico, y antes de que siga ofreciéndo a los demás invitados, lo retuve con el pie. La horrenda criatura dirijió sus ojos hacia mi, preguntándome en qué podía ayudarme.
-Quiero que le digas a esa chica que la estoy esperando en aquel rincón del salón, ¿entendido?
-Si señorita, pero ¿cómo es su nombre?
-Marleene McKinnon.
El elfo salió disparado hacia Lily, y mientras tiraba de su vestido para llamar su atención, yo fui en busca de James. No fué difícil encontrarlo. Estaba charlando con un jugador de Quidditch, de espaldas a mi. Agregué rápidamente tres gotas de Amortentia en el vaso de hidromiel, y toqué suavemente su espalda. Se dió vuelta, y me miró desconsertado. 
-Viniste. -le dije con una falsa sonrisita.
Él me miró tan confundido que estuvo a punto de seguir hablando con el jugador de Quidditch, pero el perfume que me había puesto hizo efecto de inmediato.
-Si -me dijo, y dibujo esa sonrisa tan desagradable que siempre ponía. -Claro que si.
-Toma, bebe esto. Lo conseguí para ti. -y le entregué el vaso. El se lo bajó de un sorbo, sin dejar de mirarme. Su expresión cambió tan repentinamente que cualquier persona se hubiera asustado. Dejó caer el vaso al piso, pero el ruido que causaron los cristales al romperse fue amortiguado por las voces de la gente. Luego, me tomó de la mano y me arrastró a uno de los rincones del salón. Apoyó su espalda contra la pared y apretó su cuerpo contra el mío con sus brazos. Yo lo arrojé hacia un lado, de modo que la que daba la espalda a la pared era yo. Quería contemplar el rostro de la colorada idiota cuando vea la escena. Unos segundos más tarde, ella apareció entre la gente, y yo besé a James con tanta pasión que casi vomito. Él se puso loco, obviamente. Me devolvió el beso violentamente, mientras Lily estaba parada como un tronco contemplando la escena. 

Lily salió corriendo, y yo quedé expuesto a la feliz pareja que se besaba delante mio. Giré sobre mis talones y me mezclé entre la multitud, caminando sin rumbo alguno. Al final encontré la salida, y mi corazón palpito fuertemente hasta que la atravesé. Una vez afuera, me senté en uno de los bancos de mármol del pasillo del séptimo piso, cerré mis ojos y apoyé mi cabeza contra la pared.
¿Y ahora qué? Había ido tan lejos... ¿por un capricho? ¿o era amor lo que realmente sentía? Sabía perfectamente que era muy jóven, y que por ende cometía muchísimas imprudencias. Eso no me hacía más maduro que el resto, todo lo contrario. Que contradictorio era todo eso! Podía decirse que Severus Snape era la persona más confundida de Hogwarts esa noche. 

sábado, 27 de febrero de 2010

Capitulo 16


 Con mucha dificultad, avanzé hacia el otro lado del salón. Quería irme de allí, pero debía aguantar. Justo en ese momento, hizo su entrada Lessie. Tenía una expresión muy seria en su rostro.
-¡Severus, has venido!¡No sabes lo feliz que me haces!
Slughorn puso su pesada mano en mi espalda y me dedicó una brillante sonrisa. Intenté devolvérsela, y lo saludé cordialmente.
-Si, en realiad ya me estaba yendo, ¿sabe? Mañana debo levantarme muy temprano...
-Pero ¿qué estás diciendo? Si la fiesta recién comienza! Tengo a tanta gente para presentarte... ven, sígueme.
-Señor, es enserio, debo irme...
-Louis, él es el jóven del que tanto te he hablado.
No sé de dónde, pero un mago con una barba gris que le llegaba a la cintura apareció al lado de Slughorn. Me dió un fuerte apretón de manos, y habló con una voz gruesa.
-¿Él es, Horace? Creí que era más grande! ¿Qué edad tienes muchacho?
Mis ojos estaban posados en Lessie, que se abría camino entre la gente buscando algo...
-Ha cumplido diecisiéte recientemente, pero la edad jamás ha implicado talento, ¿verdad, Louis?
-Oh no, claro que no! Es lo que siempre les digo a mis bisnietos...
Lessie tocó la espalda de un muchacho alto de pelo negro, que tardó unos segundos en darse vuelta. Cuando lo hizo, vi que era Potter, que tenía un aspecto muy desfavorecedor. Se notaba que había tomado en exceso.
-Si, yo lo he inventado. Aunque el mérito no es completamente mio...
-De eso hablaba con Severus el otro día - decía Slughorn.
Hablaron unos segundos, rieron, y Lessie le dió un vaso de algo. Potter se lo bebió y pareció sentirse mejor. Luego, tomó a Lessie de la mano y desapareció entre la gente. No sé qué diablos había pasado, pero no era nada bueno.
-Si me permiten- les dije- voy a buscar algo de beber y enseguida regresaré con ustedes.
Slughorn y Louis asintieron y siguieron conversando como locos sobre los calderos plegables. Me libré de ellos y busqué locamente a Lily, no sabía porqué. Pero ella me encontró a mi.
-Hola. -me dijo cuando pasó por mi lado.
-Lily, espera. -tomé su mano y la detuve. - Debemos hablar.
No me miró, ni se dió vuelta. Soltó nuestras manos y siguió su camino. La seguí, obviamente.
-Vamos, no seas así!
De pronto, se detuvo secamente. Yo casi la paso por encima, veniamos corriendo aproximadamente. Vi a través de su hombro, y comprendí el súbito freno de Lily.
No sabía que sentir, no sabía que pensar, ni que decir. James estaba besuqueándose con Lessie en una esquina del salón. Escondidos, pero bastante visibles. Escuché el sollozo que largó Lily, y la vi correr hacia la salida. Yo me quedé parado donde estaba, sin saber cómo actuar. Sentía angustía y felicidad, ira y satisfacción... Era difícil decidirse por un sentimiento. Solo por uno.
No, eso no podía estar pasando. El amor de mi vida había visto a su novio besándose con la chica que mas odiaba, y ahora estaba llorando por los pasillos de Hogwarts, buscándo alguien que la console. Y allí era donde entraba yo, pero no. No esta vez. Lo había prometido antes, me negaba a aceptar a Lily bajo esa condición. Podría haber evitado esa situación, pero bueno... lo hecho, hecho estaba. ¿Cuánta culpa era mia? No mucha, solo una parte.

Capitulo 15

Era todo lo que imaginé. Tanto el techo como las paredes estaban adornados con tapices verde esmeralda, carmesí y dorado, lo que daba la impresión de estar en una carpa de circo. El despacho estaba abarrotado de una luz rojiza que proectaba una enorme lámparada dorada que colgaba del centro del techo. Había gente por todos los rincones, sosteniendo grandes copas cargadas con bebidas de todos los colores, y hablando en voz alta de temas que, en realidad, a nadie le interesaban. Me metí las manos en los bolsillos de la túnica y me hice lugar entre los magos y brujas para poder llegar al centro del salón. Pasé la mirada por todos los rincones, pero no vi a nadie conocido. Ni a las personas que esperaba encontrar. Miré con desprecio las bandejas que los elfos domésticos sostenían, llenas de copas de whisky de fuego. Esa noche no bebería absolutamente nada. Había música proveniente de algún lado, y me dispuse a averiguar de dónde cuando vi entrar a Lily por la puerta. Me quedé paralizado, estaba tan bella. Se había hecho algo en el pelo, no sabía qué pero lo tenía distinto. Y el vestido escarlata que tenía puesto, lleno de pliegues y brillantes, le quedaba perfecto. Enseguida se encontró con Slughorn, quien se alegro tanto de verla que pateó sin querer a un elfo doméstico que pasaba a su lado. 
-Deja de mirarla, o se te van a caer los ojos.
Giré mi cabeza y ahogué un grito de sorpresa al ver a Potter sentado en una silla contra la pared. Estaba muy cerca mío, lo suficiente como para ver que yo estaba espiando a Lily. Volví mis ojos hacía Lily, sin importancia.
-Es bueno encontrarte aquí. Pensé que iba a aburrirme, pero...
- Pero aquí estoy yo para entretenerte. Puedo plasmarte la sonrisa en tu feo rostro cuando quieras, sólo tienes que pedirmelo.
-Agradezco tu oferta. Pero si quiero reirme, sólo tengo que ir a charlar con Lily. Y e slo que voy a hacer ahora, asi que, si me disculpas...
Hizo un gesto con la cabeza, y casi se le caen los anteojos. Note que había tomado antes de venir, o que havía venido hace mucho y se había bajado varias copas.
Me perdí entre la multitud. No iba a ir a hablarle a Lily, lo había dicho para fastidiar al idiota. Me crucé con un par de Slytherins de sexto, y supuse que Regulus debía andar por ahí. No me molesté en buscarlo, no tenía ganas de soportar su sentido del humor. tan... particular. 
Sólo faltaba Lessie, estaba segurísimo de que vendría. No iba a perderse la oportunidad, y confiaría en que yo no me hubiera presentado en la fiesta. 
Pase varios minutos dando vueltas, evitando a Slughorn y a Lily, cuando encontré una silla vacía. Me senté y tomé una copa de hidromiel. Me di cuenta que estaba sentado al lado de una enorme cortina que se movía. No recordaba haber visto cortinas que se movieran en Hogwarts, por lo que saqué mi varita y le di un golpe. Seguía moviéndose, y a pesar del murmullo que inundaba el despacho, pude oír dos voces que salían de la cortina.
-Aquí no, Reg...
-¿Por qué no?
-Esta lleno de gente...
-La biblioteca también estaba llena de gente el otro día...
Me levanté inmediatamente, y con la varita todavía en mi mano, murmuré el encantamiento desilusionador. Muy despacio, me metí por detrás de la cortina y salí a un hueco en la pared, ocupado por Regulus y Rowle. Regulus acorralaba a Rowle contra la pared, con una mano sostenía su rostro y con la otra su cintura. Había una sonrisa de complicidad en su rostro, aunque Rowle estaba un tanto incómodo.
-¿Por qué mejor no hablamos de eso que querías contarme? Eso del Señor de las Tinieblas...
-Mañana nos encargaremos de eso. Es una mera sospecha que tengo, creo que el Señor de las Tinieblas se ha metido con magia muy oscura, y no sé si todos están al tanto de eso pero... habrña tiempo mañana para hablar.
Al terminar sus palabras, plasmó sus labios en el cuello del chico, y lentamente los dirigió hacia los labios de Rowle.
Estuve a punto de ahogarme, ya que había dejado de respirar. Volví en mis pasos y salí de esa cortina infernal, tan sorprendido que había olvidado en dónde estaba.

Capitulo 14


-No puedes pretender que te disculpe. No hay nada que perdonar
-Tú me conoces; sabes que lo hice por tu propio bien. Jamás haría algo que te...
-James, no es momento ni lugar para hablar de esto. Y como te he cicho antes, no hay nada más que hablar. Pensé que... habías madurado. Que habías cambiado en cierto punto. ¡Que tonta fui!
Esas fueron sus últimas palabras. Su roja cabellera reflejó la luz del sol cuando me dió la espalda y salió del aula de Encantamientos. Me quedé mirándola un buen rato antes de decirle a los gritos:
-¿Y Snape si cambio?
Había dado en el blanco. Mis labios se curvaron en una sonrisa que Lily jamás vió, auqnue supongo que imaginó que en ese momento mi rostro se veía de esa manera. Se dió vuelta lentamente, y una vez más contemplé su rostro, plagado de enfado con una mezcla de confusión.
-¿Por qué siempre metes a Severus? Él no tiene nada que ver en esto.
-Siempre tiene que ver con él! Desde aquel día en que te vi con Snape en el vagón del tren, desde ese día que tiene que ver todo con él!
-Deja de humillarte James, por favor.
-¿Yo?¿Humillarme? Eres tú la que justifica las acciones de un Mortifago, no yo. La que perdona cada error de un idiota como él y no puede entender que alguien que te ama, te deja por ello.
Tomé mi mochila violentamente, me la colgué en un hombro y deje a Lily con la palabra en la boca. Eso la ponía loca, pero lo merecía. A todos nos gusta ganar, pero las victorias siempre vienen con consecuencias.

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El reloj marcaba las 6 cuando bajé al Gran Comedor a buscar algo de comer. Me había abstenido de comer mucho durante toda la semana, pero la fiesta era esa noche por lo que decidí romper con esa tonta condición. Me senté en mi lugar de siempre de la mesa de Slytherin; el salón estaba bastante vacío, a excpeción de la mesa de Hufflepuff que era la más llena.
A los poco sminutos, Potter atravesó la puerta y se sentó en la mesa de Gryffindor, solo. Estaba mal, confundido, arrepentido seguramente. Que placer causaba verlo así! Al fin y al cabo, el filtro que había puesto en su jugo hoy a la mañana para alterar sus nervios había funcionado. Se había vuelto a pelear con la idiota esa. Estaban mal de antes, pero debía asegurarme de que lleguen a un extremo, de que se digan un par de cosas un tanto... importantes. Casi me largaba a reír en medio del Gran Comedor, estaba tan feliz. Aunque no todo estaba hecho, claro que no! Quedaba mucho trabajo por hacer esa noche. Fue en el momento exacto en el que James posó sus ojos sobre mi un segundo, cuando le dirigí una amabale sonrisa y le guiñe un ojo.

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Odio a la mayoría de las personas. Tengo el don de ver defectos que no todos ven. Una persona está repleta de defectos, y yo siempre los veo, pero nunca los resalto. Simplemente dejo de hablarles. Eso no es ser antisocial, sino que soy un tanto selectivo cuando se trata de hacer amigos.
Las once de la noche. Y yo seguía mirando aquella elegante ropa que había rescatado por alguna razón de la Mansion Malfoy. La contemplaba con odio, con resentimiento. No iba a ir, claro que no. Era absurdo pensarlo incluso. Después de la última fiesta a la que había concurrido, no tenía ganas de encontrarme con esa gente.
Pero por otro lado, sabía lo que pasaría si yo no iba. Lessie y Lily iban a encontrarse, y lo inevitable iba a ocurrir. Culpa mia, claro que si. Y no era tan poco hombre como para dejar que esas cosas pasaran. No me interesaban ninguna de las dos, me daba igual, pero... Me levanté y comencé a vestirme para la fiesta de Slughorn.