Con mucha dificultad, avanzé hacia el otro lado del salón. Quería irme de allí, pero debía aguantar. Justo en ese momento, hizo su entrada Lessie. Tenía una expresión muy seria en su rostro.
-¡Severus, has venido!¡No sabes lo feliz que me haces!
Slughorn puso su pesada mano en mi espalda y me dedicó una brillante sonrisa. Intenté devolvérsela, y lo saludé cordialmente.
-Si, en realiad ya me estaba yendo, ¿sabe? Mañana debo levantarme muy temprano...
-Pero ¿qué estás diciendo? Si la fiesta recién comienza! Tengo a tanta gente para presentarte... ven, sígueme.
-Señor, es enserio, debo irme...
-Louis, él es el jóven del que tanto te he hablado.
No sé de dónde, pero un mago con una barba gris que le llegaba a la cintura apareció al lado de Slughorn. Me dió un fuerte apretón de manos, y habló con una voz gruesa.
-¿Él es, Horace? Creí que era más grande! ¿Qué edad tienes muchacho?
Mis ojos estaban posados en Lessie, que se abría camino entre la gente buscando algo...
-Ha cumplido diecisiéte recientemente, pero la edad jamás ha implicado talento, ¿verdad, Louis?
-Oh no, claro que no! Es lo que siempre les digo a mis bisnietos...
Lessie tocó la espalda de un muchacho alto de pelo negro, que tardó unos segundos en darse vuelta. Cuando lo hizo, vi que era Potter, que tenía un aspecto muy desfavorecedor. Se notaba que había tomado en exceso.
-Si, yo lo he inventado. Aunque el mérito no es completamente mio...
-De eso hablaba con Severus el otro día - decía Slughorn.
Hablaron unos segundos, rieron, y Lessie le dió un vaso de algo. Potter se lo bebió y pareció sentirse mejor. Luego, tomó a Lessie de la mano y desapareció entre la gente. No sé qué diablos había pasado, pero no era nada bueno.
-Si me permiten- les dije- voy a buscar algo de beber y enseguida regresaré con ustedes.
Slughorn y Louis asintieron y siguieron conversando como locos sobre los calderos plegables. Me libré de ellos y busqué locamente a Lily, no sabía porqué. Pero ella me encontró a mi.
-Hola. -me dijo cuando pasó por mi lado.
-Lily, espera. -tomé su mano y la detuve. - Debemos hablar.
No me miró, ni se dió vuelta. Soltó nuestras manos y siguió su camino. La seguí, obviamente.
-Vamos, no seas así!
De pronto, se detuvo secamente. Yo casi la paso por encima, veniamos corriendo aproximadamente. Vi a través de su hombro, y comprendí el súbito freno de Lily.
No sabía que sentir, no sabía que pensar, ni que decir. James estaba besuqueándose con Lessie en una esquina del salón. Escondidos, pero bastante visibles. Escuché el sollozo que largó Lily, y la vi correr hacia la salida. Yo me quedé parado donde estaba, sin saber cómo actuar. Sentía angustía y felicidad, ira y satisfacción... Era difícil decidirse por un sentimiento. Solo por uno.
No, eso no podía estar pasando. El amor de mi vida había visto a su novio besándose con la chica que mas odiaba, y ahora estaba llorando por los pasillos de Hogwarts, buscándo alguien que la console. Y allí era donde entraba yo, pero no. No esta vez. Lo había prometido antes, me negaba a aceptar a Lily bajo esa condición. Podría haber evitado esa situación, pero bueno... lo hecho, hecho estaba. ¿Cuánta culpa era mia? No mucha, solo una parte.
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