Busqué a Annie en la oscuridad, y ella me devolvió la mirada, llena de pánico al igual que la mía: estabamos perdidos.
-Aguanta, todavía no he terminado .-me dijo desesperadamente, y siguió buscando en los estantes.
-¿Estás loca o qué? ¡Si nos encuentran vana explusarnos!- susurré, mientras agitaba violentamente "La solución a la solución" en mi mano derecha.
Ella vió resplandecer el título del libro a la luz de su varita y sonrió. Me lo arrebató de las manos y dijo:
-Es perfecto... gracias. -y me sonrió.
Caminamos lentamente hacia la parte de adelante de la biblioteca, saliendo de la Sección Porhibída, y nos ocultamos detrás de uno de los imponentes estantes. Desde allí, asomando la cabeza ambos, vimos una figura encapuchada que buscaba entre la pila de libros que hasta hacía unos minutos estaban sobre la mesa, y ahora se desparramaban por el suelo.
-¿Qué haremos? -le pregunté a Annie.
Ella giró la cabeza repentinamente y se llevó un dedo a los labios, indicándome que guarde silencio. Cuando volteó la cabeza nuevamente para mirar al encapuchado, se sobresaltó. Yo me asomé y vi que no estaba.
-Vamos, escapemos ahora que se ha ido.
-No, espera -le dije, pero fué inutil. Corrió por entre las mesas y a los pocos segundos quedó petrificada, rígida como una tabla. Como un idiota, corrí en su ayuda, y no tardé más que ella en quedar petrificado también.
A mis espalas, oí unos tacos que repicaban contra el suelo de madera de la biblioteca. La figura encapuchada pasó por al lado mio, y me miró cara a cara. Se sacó la capucha, y reveló un rostro de mujer, jóven, castaña, de unos veintitantos. Sus ojos estaban llenos de algo que no supe qué era, pero suponía que era una mezcla de satisfacción con... ¿locura?
-¿Con que robando en la biblioteca, eh? -me dijo, con un tono tan dulce que jamás hubiera creído que podría salir de sus labios. Agitó su varita y sentí como el encantamiento dejó de hacer efecto sobre mi. Annie cayó al suelo de frente, dejando caer el libro que habíamos hurtado recién entre el montón de libros que yacían en el libro.
-Le juro que no -le dije a la bruja -llegamos aquí por equivocación.
-No tienes que mentir conmigo -me dijo con una sonrisa. -Yo a tu edad hacía lo mismo. Pero ahora deben irse, no pueden vernos aquí.
-Si -dije, y rápidamente tomé a Annie del brazo y la saqué a la fuerza de la biblioteca. Antes de cruzar por completo el salón, me di vuelta para preguntarle a esa bruja quién era, pero ella ya no estaba.
Al llegar a la sala común, solté a Annie (la arrastré del brazo durante todo el recorrido) y me dejé caer en uno de los sillones tapizados de azul.
-¿Te das cuenta del peligro que corrimos? ¡Y todo por tu culpa! ¿Para que querías tanto ese libro?
-Era ideal para vengarme de Snape... pero soy una idiota. -dijo muy decepcionada.
-Eso ya lo sé -le respondí fríamente -pero ¿por qué lo dices?
-Cuando el libro se me cayó, se mezcló con los que estaban en el piso y...
-¿Qué? -me puse de pie.
-Tomé otro, se me mezcló y en la oscuridad... tomé otro libro.
Me llevé la palma a la frente. No podía creerlo.
-¿Y de qué es ese que tienes en la mano?
Annie examinó el libro que habia tomado y dijo:
-"Elaboración de Pociones Avanzadas"; de Libatius Borage. ¿Lo conoces?
viernes, 27 de agosto de 2010
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