
No fue su voz, sino el contacto de sus labios sobre mi mejilla lo que me despertó. Me levanté de la cama rápidamente y tomé mi varita. De una sacudida, la única vela que quedaba en la habitación se encendió e iluminó la cara de Lessie.
-Tú? Pero que...? Porque has venido? Ha pasado algo??
-Tengo que admitir que he estado preocupada por ti, tu respuesta nunca llego, pense que te habia pasado algo...-
-Contesté tu carta hace pocos días, Lessie -dije, mientras bajaba mi varita e intentaba calmarme despues del susto que me habia dado. Extrañamente, habia algo en sus ojos que no habia visto nunca. -No has pensado que es peligroso venirte hasta aqui, a estas horas?
-El peligo no es una de las cosas a las que le temo Severus, y además, ya soy grande como para pasear a estas horas.- contestó, y luego siguió,- aunque tienes razón, no lo pensé, venir aqui fue un impulso, lo sé, pero no pude evitarlo. Lamento haberte molestado, tal vez es mejor que me marche
-Pues deberías -dije bruscamente. Ella tembló ligeramente al escuchar mis palabras. Supuse que tendría frío; esa habitación no era la más calida de la casa que digamos. Tomé mi gruesa capa de viaje de la punta de la cama y se la coloqué sobre los hombros. -Toma, estás helada. Por hoy puedes quedarte hasta que amanezca.Por cierto, ¿cómo sabáis que estaba aquí?
-Vi en "El Profeta" que la mansión de Lucius se había cnovertido en cenizas, e inmediatamente pensé que te había sucedido algo. -explicó, y comenzó a pasearse por mi habitación con ese aire de superioridad que siempre llevaba con ella. -Antes de hacer cualquier conjetura, decidí estar segura. Entonces escribí a Narcissa, preguntando qué había pasado. Ella me dijo que estaban aquí.- luego se acercó a mi.
-Severus...-comenzo. -¿Por qué piensas que he venido hasta aqui, esta noche? ¿crees que simplemente me desperée con ánimo de aventurera, y me embarqué en las sombras en busca de peligro?- dijo con frialdad y firmeza.
Alli estabamos otra vez, ella abriendo su corazón y yo intentando huir. Evitaba mirararla a los ojos, evitaba incluso pensar que ella estuviera ahi, como siempre lo hacía...
Pero esa noche me cansé. ¿Desde cuando me portaba como un cobarde? Asique la miré fijamente y vi, no se si gracias a la Legeremencia, que ella realmente sentía algo por mi, que ella realmente me... amaba.
-¿Piensas acaso que me importa la hora? ¿Piensas acaso que me importa el peligro? Preferiria mil veces soportar cientos de maleficios, antes de tener que seguir aguantando la agonia que significa para mi estar lejos tuyo, que no entiendes! Necesito del sonido de tu voz, necesito del resplandor de tus ojos, te necesito Severus! Moriria antes de sacarte de mi vida!- y ya no pudo contenerse mas.
Con lagrimas en los ojos, la respiracion acelerada, y el corazon en la mano, reunio el poco de coraje que le quedaba, y sus dos manos como tempanos de hielo, se posaron en mis mejillas que emanaban el calor de mil soles. Sus labios frios rozaron los mios, y se entrelazaron como lazos del diablo. Luego se separaron, y Lessie bajó la cabeza muy avergonzada por lo que me habia hecho.
Tomé su cara entre mis manos y ella se agarró con fuerza a mi cintura, tanto que caimos ambos sobre la antigua cama en la que yo dormía. Algo inundaba mi cuerpo en ese momento, algo que no habia sentido nunca. Estaba conciente e inconciente a la vez; me sentia muy seguro y a la vez no; quería ir rápido pero algo me detenía. Tomé mi varita, y sin apartar mis labios de los de Lessie, apunté hacia la única vela de la habitación para apagarla, y la oscuridad nos envolvió a ambos.
Sólo pude escuchar su respiracion esa noche, sentir su cálida piel sobre la mia, y ver una absoluta oscuridad. No sé que me impulsó a hacer lo que había hecho, pero estaba seguro que fue algo más que magia. Fue una noche muy especial en la vida del Principe.
Recuerdo que me desperte, tapada hasta las orejas. Las sabanas rozaban mi cuerpo, pero no se comparaban con las suaves caricias de esa noche. Tenia frio, necesitaba de su calor. Pero no estaba: solo quedaba la huella en mi de que Severus había estado alli esa noche. Se habia ido, sin despedirse, sin decir nada. Confundida, me levante tiritando, y aun dormida camine sin ver hacia donde iba. Mi rodilla se choco con la pata de lo que supuse era un escritorio, y con la vista ya afianzada, pude ver lo que alli arriba habia. "Elaboracion de Pociones Avanzadas". Lo tome, y me sente en la cama que aun caliente se hundio con mi peso.
Todas y cada una de las paginas estaban escritas. Claro que Severus no concordaba con el autor. Estaba pasando las páginas lentamente cuando de una de ellas cayó un pedazo de pergamino doblado por la mtiad. Reconocí mi nombre escrito en él. Era la letra de Severus, mas desprolija de lo normal (estaba segura de que habia escrito apurado) No sabia si leer lo que seguia o no, no sabia si cerrar el libro y escapar, como el habia hecho.
Pero algo en mi necesitaba leerlo, hacer resonar su voz en mi cabeza, y esuchar ese hermoso sonido una vez mas. Asi que me llene de valor, y con las manos temblando, tome la carta, la abri con cuidado, respire hondo, y procure leerla despacio, calmada y tranquila, esperando que con ella, todas mis penas y temores se fueran, como por arte de magia...
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