-Bien, ahora que estamos todos. -dijo Yaxley -el Señor de las Tinieblas tiene trabajo, y debemos realizarlo con la máxima discreción posible.
-¿De qué se trata? -preguntó Dolohov con poco interes, como si deseara estar en otra parte.
-Una búsqueda, muy rigurosa. - contestó Yaxley, mientras seguía revolviendo entre el papeleo.
-Y si nos la ha encomendado a nosotros, supongo que quiere que trabajemos con nuestros... métodos usuales. -dijo Bellatrix con una maliciosa sonrisa.
-Tranquila, Bella -dijo Travers -¿No has tenido suficiente con lo de los McKinnon?
-Nunca es suficiente para mi, querido. -contestó con una falsa dulzura.
-Aquí está - exclamó Travers, y alzó un papel -En este papel hay tres familias que deben ser encontradas inmediatamente.
Era tan astuto. No esperaría a que pasara ni una insignificante noche. Esa lista contenía familias que seguramente cumplan con las condiciones de la profecía que yo había escuchado. Serían parejas que estaban esperando un hijo a fines de Julio; aurores o de la Oden del Fénix, porque debían de haberse enfrentado tres veces al Señor de las Tinieblas... ¡Pobres de ellos! Algunos morirían inocentemente, y nisiquiera sabrían porqué.
-Es probable que ya estén advertidos del peligro que corren, por lo que no nos será fácil encontrarlos.
-Danos los nombres de una vez, y haremos el trabajo. -le dije con impaciencia.
-No. -dijo Traves fríamente .-No harán nada, no pueden tocarlos siquiera. Sólo debemos encontrarlos, ya que el Señor de las Tinieblas quiere encargarse de ellos en persona. Pero sólo de una de estas familias; cuando sepamos con cuál quiere quedarse, eliminaremos a las otras dos.
-¿Y que hacemos mientras tanto? ¿Los invitamos a tomar el té? -preguntó Lucius, mientras consultaba su reloj de bolsillo. -Si el Señor de las Tinieblas espera que yo haga guardias noche y día para encontrar a una familia y esperar meses para poder eliminarla, es prueba suficiente para mi de que él ha perdido la cabeza...
-¡COBARDE, CÓMO TE ATRVES!- le gritó Bellatrix mientras empuñaba su varita.
-Me atrevo -dijo Lucius tomando la suya -porque tengo pruebas más que suficientes para decirlo, y que no te sorprenda saber que soy el único aquí que lo piensa...
Tras las tensas miradas de los Mortífagos, decidí hablar para romper la atmósfera.
-Secuestrémoslos .-dije cortante- Traigamoslos aquí, será más sencillo que esperar a recibir la órden para hacerlo.
-¿No has entendido, Snape? No podemos tocar a esas personas...-dijo Rodolphus.
-No les haremos daño. Busquemoslas una por una, hagamos un proceso de descarte. Y cuando el Señor de las Tinieblas quiera actuar contra una de ellas, las tendremos encerradas en el sótano de esta mansión.
Todos me miraron con recelo, y fue Travers quien asintió primero. Los demás lo imitaron.
-Como sea -dijo Yaxley. -¿Les parece bien si comenzamos con los Cattermole?
•••
Comenzamos a buscar a la familia Cattermole esa noche de diciembre de 1979. Los encontramos en marzo de 1980, en las afueras de Gales, y los secuestramos a ambos sin hacerles daño. Un mes después, el Señor de las Tinieblas nos ordenó que los asesinemos, ya que se suponía (por lo que me contó a mi personalmente) que el niño de la profecía debía nacer a fines de Julio, y la mujer de Cattermole había perdido el embarazo en el sótano de la mansión. El Señor de las Tinieblas no nos hecho la culpa, ya que la profecía expresaba que el niño iba a nacer si o si bajo cualquier condición.
Por lo tanto, continuamos con las dos familias restantes, que (según nos habían informado nuestros espías en San Mungo) esperaban felizmente a su hijo varón a fines de Julio. "Encuéntrenlos, rápido! Pero no les hagan nada, quiero mirar al los ojos al niño que tanto me amenaza y reírme en su rostro" me había dicho el Señor de las Tinieblas.
A fines de Mayo, Yaxley nos citó para darnos a conocer el nombre de la familia que seguía en la lista, dejando a la última sin revelar.
Los Longbottom, ellos eran los próximos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario